Al momento de lavar tu piel, es importante no cometer errores que podrán dañarla. Una limpieza facial inapropiada puede provocar sequedad, irritación o piel grasosa, hasta brotes. Estos son algunos errores de limpieza facial que podrías estar cometiendo junto con algunos métodos sencillos que pueden marcar la diferencia en la apariencia de tu piel.
No elegir el limpiador correcto. La piel del rostro es delicada, así que deberás evitar productos que son muy agresivos o saturados de detergentes irritantes y desodorantes. Usa el jabón en barra para el cuerpo y busca un limpiador facial que sea compatible con tu tipo de piel.
Usar limpiadores con ingredientes irritantes. Lee las etiquetas de los productos para saber lo que hay y no hay en el limpiador. Evita productos con irritantes cutáneos conocidos, tales como fragancias y sulfatos. Busca ingredientes suavizantes e hidratantes como la sábila, así como vitaminas antioxidantes.
Limpiarse con agua caliente. El agua tibia tiene la mejor temperatura para la piel, las altas temperaturas pueden ocasionar efectos no deseados en la piel como daño capilar.
Enjuagarse incorrectamente. Si no te enjuagas bien después de aplicar el jabón, pueden quedar restos que se acumulan en la superficie de la piel. Esta acumulación de residuos provoca que los poros se tapen y haya brotes, y tu piel se puede sentir reseca, irritada y tensa.
No humectarse. El sérum y las cremas humectantes deben aplicarse inmediatamente después de limpiar la piel, además ayudan a restaurar la humectación tan necesaria y a mantener la piel flexible e hidratada.
Por otro lado, te dejamos algunos consejos para que cuides de manera correcta tu piel:
- Al momento de aplicar el jabón, prepara tu piel humedeciéndola primero y dándole un masaje suave y de forma circular, esto ayudará a quitar residuos de la superficie y a estimular la circulación.
- Al momento de secar tu piel con una toalla, palmea, no frotes. No querrás tirar de la piel ya que puede ocasionar enrojecimiento e irritación.
- Usa una toalla limpia, los gérmenes y las bacterias en la piel pueden causar estragos en tu cutis.
- Al momento de bañarte, deja la limpieza facial al final. Así, se garantiza la eliminación de todos los restos de champú y acondicionador que puedan haberse quedado en la piel.