Usar tónico nos ayuda a mejorar la piel del rostro y ayudará a que la piel mantenga su Ph equilibrado, profundizando además en el proceso de limpieza, y preparando la piel para cualquier tratamiento que apliques posteriormente.
El tónico limpiador es el paso final del ritual de limpieza facial, pero muchas veces nos olvidamos de él, ya que no conocemos todos sus beneficios. Ayuda a terminar de retirar las impurezas o incluso restos del maquillaje imperceptibles, además de ayudar a cerrar el poro para evitar que se vuelva a acumular rápidamente la suciedad.
El tónico facial debes elegirlo en base a tu tipo y estado de la piel. Por ejemplo, si tu piel está sensible necesitas que lleve, caléndula o camomila, ya que tienen propiedades calmantes. Si está hidratada, opta por un tónico que tenga ácido hialurónico y si es grasa es conveniente que lleve ácido salicílico, esto por su función astringente.
Estos son algunos de los beneficios que obtendrás en tu piel si comienzas a usarlo:
- Refresca
- Hidrata
- Minimiza el poro
- Reequilibra el Ph después de la limpieza.
- Aumenta el riego sanguíneo de la zona donde lo aplicamos, ya que es tonificador.
- Revitaliza y rejuvenece los tejidos.
- Gracias a su textura y a su aroma, beneficia a la piel y los sentidos
- Da un aspecto joven y fresco a la piel.